A partir del siguiente gráfico se puede afirmar que el 35% de caseríos sí considera que este método influye de manera negativa en el desarrollo de la agricultura y de la actividad pecuaria. Los impactos están conformados por la reducción de pastos silvestres, problemas en el desarrollo normal de las plantas y en los animales en Uranhuacta, El Tambo y Yanamarca, respectivamente.

Los habitantes de Marcobamba, al norte del distrito, perciben cierto grado de influencia pero no logran precisar un ejemplo concreto ya que, al carecer de superficie boscosa, no pueden encontrar una relación directa. Por otro lado, solamente un 7% considera que la tala y quema tiene un efecto positivo al servir a los cultivos como abono. Finalmente, llama la atención que los habitantes de Huayrapongo Grande, Hacienda Sulluscocha, Las Arenas, Llimbe e Iscoconga, que conforman un 37%, afirmen que la tala/ quema no influye de ninguna manera en estas actividades.

Existe poca información en los habitantes con respecto a si la tala/ quema destruye la vida animal natural y organismos importantes para el suelo ya que en el 28% de caseríos se afirma no saber sobre el tema y en el 18% que esta actividad no influye.

Los impactos negativos están conformados por la disminución de sombra, la pérdida de protección del suelo, la pérdida de alimento para las especies y la quema total.

Los habitantes de Marcobamba y Huayrapongo Grande son concientes de la influencia que representa la tala/ quema para con la vida animal natural. Sin embargo, no establecen una relación concreta.