Se han identificado dos caseríos en los que existen bartonella, Nuevo Tumán y La Conga. La Bartonella bacilliformis, conocida también como la verruga peruana o la enfermedad de La Oroya o de Carrión, se transmite únicamente por la picadura del mosquito Lutzomyia verrucarum. Al ingresar a la sangre, la Bartonella se convierte en parásita del glóbulo rojo, destruyéndolo. Una manera de prevenir la proliferación de este mosquito es evitar la formación de agua estancada para que no se desarrolle su larva.
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