En todo el mundo el uso agrícola de la tierra está causando graves pérdidas de suelo (erosión). Es probable que la especie humana no pueda alimentar una población creciente, si la pérdida de suelos fértiles por el uso agrícola continua con esta tendencia. En muchos países en desarrollo la presión humana lleva a la gente a cultivar tierras que no son aptas para agricultura, o que sólo con esfuerzos muy grandes y costosos como la construcción de terrazas pueden ser convertidas en áreas para uso agrícola. La degradación del suelo en estas zonas caracterizadas por sus fuertes pendientes, principalmente por erosión, se transformó así en una amenaza directa al agricultor. Se desarrollaron sistemas y prácticas para controlar la erosión con el fin de conservar el suelo. Evidencia de esta idea de conservación de suelo con respecto a la erosión hídrica eran cultivos en curva de nivel, zanjas de infiltración, construcción de terrazas, etc (Theodor Friedrich y FAO/AGSE).
Prácticas de conservación de suelos
Surcos en contorno Son hileras de plantas perennes y de crecimiento denso, sembradas perpendicularmente a la pendiente (curvas a nivel). Las plantas se siembran una cerca de la otra para formar una barrera continua. Sirven para reducir la velocidad del agua de escorrentía y además actúan como filtros vivos, atrapando los sedimentos que lleva el agua que escurre sobre la superficie del suelo; el cultivo en contorno es recomendado solamente para áreas limitadas, con una pendiente hasta 3%, y una extensión de ladera no muy larga (Sobral Filho et al., 1980). Barreras vivas Este método impide que el flujo de agua adquiera una velocidad erosiva, al cortar el largo de la pendiente en pequeñas longitudes. Permiten al limo sedimentar, a la vez que favorecen la infiltración del agua en la ladera. Hasta 15% de pendiente y para suelos profundos, las barreras vivas lograrán detener la degradación del suelo en niveles tolerables, siempre y cuando vayan acompañadas de buenas prácticas agronómicas. Terrazas La terraza de formación lenta es una práctica mecánica que sirven para detener el arrastre de los suelos, guardar la humedad y aprovechar mejor la tierra. La terraza se va formando en un período de 3 a 5 años. La distancia entre las terrazas varía de acuerdo al grado de la pendiente o ladera, el tipo de suelo, cantidad de precipitaciones y clase de cultivos. La terraza puede ser definida como una estructura física compuesta por un dique y un canal, de tierra o de piedra, construida sistemáticamente en el terreno, en el sentido perpendicular a la pendiente, de manera que intercepte el agua que escurre sobre el suelo, provocando su infiltración, evaporación o desviándola hacía un lugar determinado, debidamente protegido y con una velocidad controlada que no ocasione erosión en el canal ( Río Grande do Sul, 1985 ). Zanjas de infiltración La finalidad de las zanjas de infiltración es retener el agua de escorrentía, que proviene de las partes altas del terreno, para que rompa la velocidad del agua, de tal manera que se capte y acumule en la zanja, para que sirva de reserva a los árboles y cultivos. La zanja con gradiente del 1%, sirve para retirar el exceso de agua, y se le conoce como zanja de desviación. Esta zanja se recomienda para muchos suelos pesados y arcillosos. La zanja sin gradiente (0%) sirve para infiltrar el agua. Se recomienda construirla en suelos francos arcillosos.
Podemos observar en el gráfico realizado a partir de la percepción de los pobladores del distrito de Catache, que las prácticas de conservación de suelo se vienen realizando en menos de la mitad del total de caseríos, lo que representa un bajo conocimiento técnico de los sistemas de conservación de suelo, puesto que el buen uso de estos sistemas ayudaría a evitar la erosión, que ocasiona el empobrecimiento del suelo por la pérdida de sus nutrientes, sino también originando mayor productividad y rentabilidad de sus cultivos. Fuentes:
Río Grande do Sul, 1985. Nombrado en FAO: Cultivo en contorno. Visto en http://www.fao.org/ag/ags/AGSE/agse_s/7mo/iita/C11.htm Sobral Filho et al., 1980. Nombrado en FAO: Barreras físicas para el control y encauzamiento de la escorrentía. Visto en http://www.fao.org/ag/ags/agse/agse_s/7mo/iita/C13.htm Theodor Friedrich y FAO/AGSE. Desde la Conservación de Suelo a una Agricultura Conservacionista. El papel de la ingeniería agrícola en este proceso. Visto en http://www.fao.org/ag/AGS/agse/erosio.htm
|