Prácticas de conservación de suelos |
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En el distrito de Andabamba se realiza la construcción de barreras o cercos vivos, una práctica de conservación del suelo que consiste en sembrar hileras de plantas perennes y de cobertura densa, alrededor de las zonas de cultivo. Su objetivo es reducir la velocidad de arrastre del agua y favorecer la retención del suelo, atenuar la intensidad de la radiación solar, servir de protección a los cultivos especialmente de animales, y dividir y/u organizar el uso agrícola. Otra práctica muy común es la construcción de surcos que es practicada en todos los caseríos para favorecer la siembra y el riego de los cultivos. Ésta se realiza de manera transversal a la pendiente para evitar que las lluvias o el riego erosionen el suelo y eliminen sus nutrientes. La contrucción de terrazas es otra práctica que alcanza todos los caseríos del distrito. Mediante este sistema se acondicionan pendientes fuertes (de entre 15 y 45 grados normalmente) en suaves, permitiendo la extensión de la actividad agrícola en superficies muy difíciles. Además las terrazas permiten conservar el suelo y disminuyen la velocidad y capacidad de arrastre del agua, disminuyendo significativamente la erosión. En conclusión, esta práctica resulta muy eficaz para evitar la erosión y el incremento del área de cultivo. Finalmente, las zanjas de Infiltración es otra de las técnicas utilizadas por estos pobladores, específicamente en los caseríos de San Lorenzo, La Samana, La Punta y San José. Se construyen en laderas de forma trapezoidal y tienen como objetivo disminuir la erosión hídrica, interceptando el flujo a lo largo de la pendiente, permitiendo la infiltración y recarga del agua subterránea, para de esta manera favorecer la disponibilidad de agua.
Porcentaje de utilización de Métodos de conservación de suelos Paisaje Agrícola de Andabamba
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