Pesticidas utilizados en la agricultura |
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El 73% de los caseríos afirmó aplicar algunos de los tipos de insecticidas y/o fungicidas para combatir las plagas que atacan a sus cultivos.
Los insecticidas utilizados son alta o ligeramente tóxicos siendo estos ampliamente utilizados por los pobladores. El uso de estos tienen un impacto grave en la salud humana ya sea por el consumo de los propios cultivos o por la exposición directa a la sustancia y porque algunos de ellos se encuentran prohibidos desde hace varios años.
El Tamarón (organososforados) es un insecticida altamente tóxico y se utiliza en el 53.8% de los caseríos encuestados. Debido a su composición química, este resulta ser nocivo para la salud humana y de la fauna. Pueden generar problemas en el sistema respiratorio y nervioso así como la destrucción de los organismos que habitan en el suelo. A pesar de ello es utilizado, ampliamente, por los pobladores de los diferentes caseríos del distrito con el fin de combatir la plaga de la mosca (Liriomyza huidobrensis), el pulgón (Macrosiphum euphorbiae) la rancha (Phytophthora infestans) y el gorgojo (Premnotrypes borax) de los cultivos de papa y maíz.
El Ridomil, según los encuestados, es otro producto que se utiliza en el 42.3% de los caseríos. Este también es utilizado para combatir la plaga de la rancha. Sus efectos también son a las vías respiratorias y a los organismos acuáticos. El Lasser, el malatión, el Fitoraz y el Manzate son otras sustancias utilizadas en menor porcentaje.
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